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¿Dónde quedó mi corazón?

  • Foto del escritor: redmontenegrobran
    redmontenegrobran
  • 2 ago 2019
  • 2 Min. de lectura

Donde esta tu tesoro estará también tu corazón.


Te has preguntado, ¿donde rayos ha estado mi corazón que está tan lastimado? .

Cuantas cosas en su momento las hemos catalogado de tesoro y sólo ha sido "fantasía".

¡Si!, Fantasía. Algo que solo nos ha dado la sensación de haber tenido algo valioso, pero que tras el baño de un supuesto tesoro no termina siendo más que plástico o metal sin valor. Es una referencia a la vida misma, una referencia directa al corazón lo que trato de hacer que imagines mientras lees.

Basta con pasar por fuego cualquier joya para saber si es real o no. Y no lejos de eso, de la misma forma podemos probar todo lo que hoy por hoy creemos que nos da estabilidad.


Lo más triste de haber anclado o más bien encallado, si me permiten usar el término. Es el valiosísimo tiempo perdido en el que estuvimos en una isla de maravillas e ilusiones temporales. Por que cuando pasamos el fuego muchas cosas desaparecen, amigos, posesiones, trabajo, dinero, familia, etc.

Y me pregunto a mi mismo: ¡HEY! pará un segundo. ¿Por qué usas la palabra "triste"?.

No se supone que tengás que hacer sentir desánimo al que lea.

Pero es que es una realidad inevitable e innegable. OK, pero ahora viene lo lindo de ésto. Y es que después de que nuestros ojos fueron abiertos y conocimos una realidad cruda y perversa, y que lloramos desconsolados en nuestras camas y por más palmaditas en la espalda que te dieran tus cercanos, nada calmaba el desconsuelo, algo se detiene y viene Dios, en un acto íntimo entre los dos y te dice de una manera sutil "Todo ayuda a bien a los que aman a Jehová" y ¡Bum! El Creador le ordena a los vientos soplar en dirección Norte, se ensanchan las velas y el barco toma su rumbo.

Tiempo después volteas y dices: ¡Todo sirvió! Hoy soy Hombre o Mujer fuerte (literal eh), conozco el dolor y no cualquier chispeo de lluvia me hace temblar. Al contrario, levanto el rostro y aprendo a tener paz y disfrutar del rocío que moja mis mejillas, sabiendo con toda claridad, que allá arriba Dios me ve y sonríe conmigo. Pero por sobre todo, ya no corro tras todo lo que brilla. Hoy veo a través del catalejo, piso tierra, cuento mis pasos, uso el mapa, y poso mi corazón en el verdadero tesoro.

 "La bendición del Señor enriquece a una persona y él no añade ninguna tristeza".

Proverbios 10:22 NTV -Ritzer López

 
 
 

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